Olma del Museo Casa Dulcinea

El Toboso, Toledo Castilla La Mancha

  • ESPECIE

    Ulmus minor

  • ALTURA

    35 metros

  • Perímetro del tronco

    3,60 metros

  • EDAD

    100 años

Localización

Historia, leyenda y curiosidades

La personas mayores del pueblo recuerdan esta olma más grande rodeada de otras menores desde siempre y está asociada desde hace unas décadas al Museo Casa de Dulcinea. Ha ido creciendo con el tiempo hasta sobresalir de forma majestuosa sobre los tejados y la torrecilla de dicho museo, que recrea una casa solariega de un hidalgo manchego del siglo XVI, concretamente la del doctor en leyes por la universidad de Bolonia Don Esteban Martínez Zarco de Morales Villaseñor, cuyos escudos se conservan sobre el dintel de la puerta de entrada. La leyenda dice que una hermana de dicho doctor, Ana Zarco, pudo inspirar el personaje de Dulcinea. Por eso se conoce popularmente a esta olma como «la olma de Dulcinea», que sobrevivió a la pandemia de grafiosis que diezmó este árbol en toda Europa desde los años setenta del siglo pasado. Ha crecido junto a un pozo, lo que le permite el acceso a una humedad constante. Este grupo de olmas están cuidadas profesionalmente por técnicos asociados al Museo, especialmente en lo referente a las podas. Es un símbolo de resistencia asociado al personaje cervantino de Dulcinea de El Toboso.

Importancia del árbol y motivo de la presentación al concurso

Es un árbol que envuelve el Museo Casa de Dulcinea y resalta sobre el perfil del pueblo cervantino de El Toboso, rodeando de un aura de grandeza, resistencia y presencia evocadora este enclave. Es un árbol excepcional y singular por su supervivencia a la pandemia de grafiosis, su grandiosidad y simbología, situado en un lugar singular visitado por miles de turistas de todo el mundo que quizá no reparen lo suficiente en esta olma de Dulcinea, sobre la que queremos atraer su atención. Deseamos que los visitantes del Museo Casa de Dulcinea reparen también en esta olma y que tengan un motivo más para visitar este pueblo aquejado de despoblación creciente, necesitado de estímulos para resistir el paso del tiempo, como lo ha hecho esta olma centenaria.