El quejigo de Júrtiga

Alhama de Granada. Granada

  • ESPECIE

    Quercus faginea

  • ALTURA

    20 metros

  • Perímetro del tronco

    5,22 m medidos a 1,30 de altura.

  • EDAD

    850 años aproximadamente

Localización

Historia, leyenda y curiosidades

El Quejigo de Júrtiga
El quejigo de Júrtiga es un ejemplar de la especie Quercus faginea, una de las más representativas del bosque y la dehesa mediterráneas, un árbol que se diferencia de las encinas únicamente en que las hojas son algo más grandes y la mayoría de ellas (no todas) caen con la llegada del invierno.
Con más de ocho metros de perímetro en su base y una edad que supera los 800 años, está considerado como el árbol más longevo de Granada y de los más viejos de España
El imponente Quejigo de Jurtiga (Alhama de Granada), con sus 20 metros de altura, 34 metros de envergadura y 850 m2 de sombra.

Infinidad de personas se han cobijado del sol durante el verano y han venido a rendirle homenaje cada año a celebrar el día del medio ambiente.

La Asociación de Voluntariado Ambiental de Alhama de Granada, toma su nombre de este árbol y es conocida por muchas personas como la Asociación El Quejigo.

Bajo su sombra se han hecho propuestas de matrimonio, promesas de amor, se han celebrado infinidad de eventos educativos y de concienciación ambiental y éste majestuoso espécimen de querqus faginea, ha sido reconocido por la Junta de Andalucía como un árbol singular

Importancia del árbol y motivo de la presentación al concurso

Su enorme tamaño y su destacada edad hacen del Quejigo de Júrtiga un ejemplar asombroso. Muchos años han pasado por las
raíces de este árbol, que posee un exuberante fuste anclado con fuerza en el terreno. Con una recia cruz se divide en vigorosas
ramas maestras, que se alzan abriéndose para dar una majestuosísima copa, ofreciendo una sombra que supera los 840 m2.
Entorno
Este ejemplar crece en una zona donde el paisaje es agrícola, rodeado de cultivos herbáceos y salpicado de encinas (Quercus
ilex subsp. ballota). Se encuentra en el límite de una finca, con un muro de piedra a sus pies. En las proximidades se localizan
varios cortijos, uno de ellos es el que le da nombre. El terreno es casi llano con una ligera orientación norte.